Cabecero de palets

Buenaaaas!!! Soy Vero y hoy os traigo un DIY de bricolaje. Como sabéis, en post anteriores os conté lo que hice con mi espejo de IKEA, pues bien, sigo modificando mi dormitorio, y ya por fin os voy a mostrar el proceso que he seguido para hacer mi:

Bueno, ¿empezamos?

Lo primero que necesitaba son los palets, en mi caso trabajo en un centro comercial y aproveché unos cuantos que iban a tirar (recogí en total 6 palets, aunque con 3 creo que hubiera bastado, nunca viene mal tener de más por si se nos rompe alguna tabla).

Una vez que tengo los palets, ¿que necesito? ESPACIO!! mucho espacio, así que me fui al campo de mi padre y allí aproveche sus herramientas y por supuesto su ayuda (mi padre es un manitas y sabe de todo jajaja)

Lo primero que tenemos que hacer es sacar las tablas del palet, para ello necesitamos las siguientes herramientas (o algo similar)

Cogemos el tornillo plano y lo metemos entre la tabla que queremos sacar y la tabla transversal que lo une con al palet. Una vez que lo presentamos, le damos a la base del destornillador con el martillo para que entre bien, y luego hacemos palanca para que vaya saliendo la tabla. Esto hay que hacerlo con cuidado para evitar que la tabla se raje o se nos rompa (a nosotros se nos rompieron varias).

Luego, seguimos el proceso a lo largo de toda la tabla para ir quitando los clavos, también nos ayudamos de la pata de cabra para que sea más fácil hacer palanca.

Después de un ratito conseguimos esto

Todas las tablitas quitadas, pero con unos clavos ENOOOORMES, así que lo siguiente que toca es quitar esos clavos.

Para ello necesitamos el martillo, ponemos la tabla boca arriba (la cabeza del clavo hacia el suelo) y le damos golpes con el martillo para que vaya saliendo el clavo.

 Esto no se me dio nada bien, cada vez que le daba un golpe se me doblaba el clavo... menos mal que tenía ayuda y lo terminamos bastante rápido.

Una vez que la cabeza está fuera, con las tenazas terminamos de sacar el clavo.

Y así se quedan las tablitas, sin clavos ni grapas.

Ahora lo que hice fue colocarlo en el suelo para tener una visión general de como iba a ser mi cabecero, así que coloqué las tablas que mejor estaban para ir viendo como iba a quedar, (esto lo hicimos un poco al tuntun, no tenía ni idea de como lo iba a hacer, ni las medidas ni nada, salió por arte de magia)

La medida de mi cama es de 1.50 m así que el ancho del cabecero es de 1.70 m, como no quería que fuera todo igual (una tabla encima de otra) las he ido poniendo de forma desigual (mas o menos) y lo que me sobraba de tabla lo hemos cortado con la sierra de calar.

Asi quedará el cabecero, de alto mide unos 90 cm y de ancho 1.70 m.

Una vez que tenemos las tablas ya cortadas a la medida, nos queda lo peor... LIJAR!

Primero he lijado las tablas con una lija gruesa (para quitar toda la porquería) y luego con una fina para darle suavidad a la madera.

Siempre por supuesto con una lijadora automática

En esto tardé un par de días, el primero con la lija gruesa (saqué tres recogedores de serrín) y el segundo con la lija fina, la verdad que se nota la diferencia:

Una vez que lo tengo todo lijadito, compruebo tabla por tabla los defectos que tiene para taparlos con masilla de madera, los agujeros de los clavos se los he dejado para darle un toque más vintage. Los defectos que se produjeron tras quitar los clavos si se los tapé con masilla, y una vez que estaba seca, lijé de nuevo.

Ahora solo falta darle la terminación final, la laca tapaporos, para evitar que se nos llene de bichitos y también quede mucho mas fino y suave al tacto.

Le di una capa por cada lado de la tabla con un rodillo pequeñito, deje secar el tiempo que indica el fabricante y de nuevo a lijar... (vaya pechá de lija que tengo ya!)

Y así queda!

Para el próximo día os cuento como he pegado las tablas entre sí y como lo he montado.¡Espero que os haya gustado, que os pongáis manos a la obra y hagáis vuestros propios cabeceros!

Nos vemos pronto!!!

FELIZ MARTEEES!!!